lunes, 25 de junio de 2012

Cuando los días cambian...

Lo intentas disimular, pretendes ocultarlo y no quieres que nadie se percate de ello. Pero algo va mal, sonríes cuando lo que quieres es llorar. Te evades de la realidad, nadie te entiende, nadie te escucha, nadie te ayuda, o por lo menos ese es tu punto de vista. 





Alrededor de ti hay cientos de caminos, cada uno de los cuales conduce a un destino diferente y único, unos buenos y otros malos. A veces te equivocas y coges aquel que no te conviene, tropiezas y caes, pero de los errores se aprende y de ellos sacas fuerzas para levantarte y seguir; y es que no importan las veces que caigas sino las veces que seas capaz de levantarte.

Saca fuerzas de donde no las haya y no te des por vencido, pues, si no lo haces tú...¿quién lo hará por ti?. No hay mayor satisfacción que lograr aquello que te habías propuesto, quizás no sea hoy, ni mañana, pero algún día lo conseguirás y entonces te darás cuenta de lo mucho que vales.

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